Esta investigación sobre Bergson que se inicia al arrullo del Guadalquivir y discurre después mirando al océano, quiere ser una contribución al conocimiento del filósofo de la vida y de lo concreto. Para ello la autora, a través de las sinuosidades de un pensamiento que busca ante todo sugerir, rastra la filosofía bergsoniana de la inteligencia –el aspecto menos estudiado-, con el propósito de esclarecer el “prejuicio intelectualista” de filósofo y a la vez subrayar la aportación que desde esta perspectiva Bergson hace al pensamiento del siglo XX.